martes, 8 de abril de 2008

No es una despedida, sólo un hasta pronto.

A pesar de que profundizaré más en mi experiencia, de momento quería dejar el testimonio de los momentos significativos que viví durante ese año. En este caso, yo no era consciente de hasta qué punto, mi estancia en Francia iba a marcar un antes y un después en mi vida, puesto que lo que, señalé, en junio del 2006, se ha cumplido a la perfección y, sin que entrara en mis planes, me convertí en junio del 2007 en concejal del grupo municipal socialista, en la oposición eso sí, por lograr, que Alicante se convierta de verdad en la millor terreta del món para todos. Y, que se parezca lo más posible a Metz, la ciudad soñada. Muchas gracias a todos, especialmente, a mis padres, y sobre todo a ti, Rosario, gracias por ser la hermana de corazón que siempre quise tener.

Hola a todas y a todos por última vez desde Metz: Hoy nos despedimos de todos vosotros “contentas y felices como perdices”. Han sido unos meses extraordinarios en los que hemos cumplido nuestros objetivos: aprender el francés, aprender a vivir de manera más independiente, y, lo más importante, hacer unos amigos increíbles que siempre estarán con nosotras, lo mismo los de allá (Eleonor, David, Hicham y Roxanna) que los de aquí (Anna y Lola, que vinieron a echarnos dos manos a nuestra vuelta). Esta experiencia es recomendable para todos los universitarios españoles: uno/a no completa el ciclo estudiantil si no vive esta experiencia. Animaos.
Como bien sabéis, ha sido un ejercicio de observación y ganas de superación continua, dadas las facilidades que por estos lares se ofrecen para todas las personas que tenemos alguna dificultad: la administración tiene en cuenta que existimos y tenemos nuestros derechos y las gentes tienen conciencia para contribuir a que nos olvidemos de la silla de ruedas. Un buen ejemplo de todo esto han sido las dos universidades, la de Alicante, por las ayudas prestadas y la de Metz, por todos los servicios de los que dispone y la calidez (a pesar del intenso frío invernal) con que nos ha acogido. A todos, gracias.
Además, quiero aprovechar para animar a las personas con dificultades a superar los problemas cotidianos ya que muchas veces las barreras infranqueables están en nosotros mismos. Somos nosotros y no las instituciones quienes podemos ayudar a que esto cambie, por increíble que parezca. Por ello, no puedo más que decir: ¡atención, Alicante, vuelvo! Y más luchadora que nunca.
Este año inolvidable para mí, no hubiera sido lo mismo sin el regalo más maravilloso que he tenido en esta vida: Rosario. Gracias por SER junto a mí. Y a nuestros padres, ahora tenemos cuatro cada una de nosotras, por apoyarnos cada segundo y confiar en nosotras desde el primer momento. Y es que, como dice Bebe, hemos descubierto que el mundo es sólo para nosotras: nous pouvons tout faire.

No hay comentarios: