lunes, 7 de abril de 2008

La única lucha que se pierde es la que se abandona

Las palabras hablan por sí mismas, ya que éste es el lema utilizado por las madres de la plaza de Mayo, un ejemplo sin precedentes en la lucha por los derechos humanos. Por ello, he querido utilizar esta frase para recordar uno de los momentos más intensos que, junto con la aprobación de la ley de dependencia en España, he vivido de manera directa. Me refiero a la retirada del contrato precario para los jóvenes en Francia, quienes te decían sin tapujos, puedo perder un año, pero sí se aprueba esta ley, perderé mucho más. Fue un logro histórico que viví en primera línea.
Y, me han servido personalmente para saber que, tal como decía mi querido Salvador Allende: "si luchamos podemos perder, si no luchamos estamos perdidos".

Aquí os dejo el artículo donde profundizaba sobre este tema.

¡Hola a todas y a todos desde esta paralizada ciudad universitaria! Como erasmus, estamos sintiendo lo que significa vivir en el país revolucionario por excelencia, donde los jóvenes defienden su futuro profesional a toda costa, aunque ello suponga un sacrificio en su presente. Llevamos sin clase casi un mes y se nos ha olvidado ya lo que es. Para hacer más llevadera la quietud que se respira por estos lares estudiantiles, decidimos emprender camino hacia la vecina Bélgica, país europeo donde los haya. Bruselas nos acogió con esos aires elegantes y austeros que la envuelven, sin embargo los que utilizamos cuatro ruedas para desplazarnos lo tenemos difícil allí.
A pesar de ser una ciudad plana, no encontramos pasos de peatones rebajados ni acceso a las diferentes tiendas o restaurantes. Pero como siempre, las dificultades fueron superadas con la ayuda de manos amigas y nos encantó. A continuación, estuvimos en Brujas, la ciudad en la que sientes que de un momento a otro van a aparecer hadas, duendes y demás personajillos fantásticos para darte los buenos días. Curiosamente, esta ciudad y la sorprendente e inesperada Gante eran más accesibles que la capital. Ahora eso sí, nada comparable al laberinto prohibido en el que nos sumergimos quienes tenemos dificultad para caminar cuando paseamos por nuestra querida Alicante.
Recibimos la visita de nuestro amigo Miguel Ángel, villenero erasmus en Versalles, donde curiosamente las movilizaciones no han existido, así que él sí que tiene clase no como los erasmus metzianos, de vacaciones forzosas, compartiendo un momento histórico con este país. Esta situación nos hace recordar las palabras del cantautor Ismael Serrano que siempre nos acompaña donde dice: “no puedo pensar que todas las batallas están perdidas, pobre de aquél que nos recuerde que la historia se termina”. Por ello, al igual que los franceses, las personas que tenemos dificultades físicas o sensoriales seguiremos luchando por una sociedad con igualdad de oportunidades en todos los sentidos, ya sea desde aquí o desde allí. Os queremos.

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