lunes, 7 de abril de 2008

Continúan las experiencias

Por ahora, voy a dedicarme únicamente a relatar lo que contaba a través de los artículos, pero no os preocupéis que más adelante iré añadiendo más detalles y perspectiva de esta magnífica experiencia.

Hola a todos desde esta magnífica ciudad francesa, os vamos a continuar relatando nuestras AVENTURAS.
Por aquí todo sigue yendo sobre ruedas, manuales, eso sí, porque las automáticas se han lesionado. Pero tranquilos, tengo a Rosario, la mejor conductora de todas. Ya estamos totalmente integradas y con el resto de amigos españoles e hispanoamericanos formamos una pequeña gran familia. Además, vino la primera visita de la tierra, nuestro amigo Eladio, que nos hizo pasar una semana inolvidable. Pero no os creáis, también practicamos el francés y vamos a clase. Gracias a la asociación de estudiantes franceses, “Comme un poisson dans l´eau”, cuya labor es acoger a los estudiantes erasmus y hacer que te sientas como un pez dentro del agua en un país extranjero, podemos practicar el francés, a la vez que entablamos amistad con la gente del lugar. Por otro lado, las clases complementan a la perfección lo que estudiamos en Alicante, ya que es una mezcla de literatura, cultura y civilización hispánica. También asistimos de oyentes a una clase sobre literatura argelina, ya que este país fue colonia francesa y para nosotras es un descubrimiento este tipo de literatura
El sábado se produjo nuestra primera separación. Rosario se quedó aquí y yo me fui nada menos que a Alemania, sí sí, habéis leído bien, con mi amigo David de Jaén. Fue muy curioso porque después de hora y media de tren, cambiamos de país y todo era completamente diferente: el idioma, la gente, las tiendas, los precios (mucho más baratos, por cierto) y para nuestra sorpresa los alemanes sí que sonríen cuando van por la calle. Fue un viaje estupendo y ya he conseguido pisar otro país europeo.
La semana pasada estuvimos en un bar latino y para mi sorpresa sí que pusieron música en español, no como otra vez que fuimos. Oí a Shakira con nuestro amigo Alejandro Sanz y rápidamente me levanté a bailar ante las sorprendidas caras de nuestros amigos franceses que no conocían esa faceta mía. Como veis no nos perdemos una.
La cultura francesa es muy diferente a la nuestra, pero nos hemos adaptado a la perfección. La comida está buenísima, aunque cuando se nos ocurre pedir verduras con mantequilla, ya que aquí no utilizan nuestro oro líquido, no nos gustan demasiado. Lo que peor llevamos son los horarios de las comidas, ya que aquí o se come a las 11 de la mañana o ya no encuentras sitio disponible, idem con la cena, que es a las siete de la tarde. Así que te pasas el día comiendo, un descontrol para mi olvidada dieta.
Pero, eso sí, el tópico de que en el norte de Francia nadie habla castellano no es cierto, ya que hablando esta lengua te salen amigos por todas partes. Gracias a ello, hemos hecho dos de nuestras mejores amigas: Jennifer y nuestro angelito franco-uruguayo Eleonor.
Los españoles aquí tenemos fama de festeros e impuntuales (con toda la razón del mundo), pero os confieso que es la excusa perfecta y todo el mundo lo disculpa, parece que es inherente en nosotros, tal como dice el idolatrado amigo de mi madre Serrat: qué le voy a hacer si yo nací en el mediterráneo.
Cuando leáis este artículo, estaremos de vacaciones ya que aquí hay una semana por todos los Santos, iremos seguramente a Luxemburgo y a Holanda, ya os contaremos. Os queremos.

No hay comentarios: